Crudo Amor
The Italian Steffani arrived at age 13 from Italy at the court of the Bavarian elector Ferdinand Maria. Following his profound musical training he was appointed chamber music director, a position he kept until 1688 in Munich. Further places in Steffani’s career, who meanwhile had received his ordination as a priest, were the courts in Hanover and Brussels. Steffani’s life took at the same time also place in high diplomatic circles between Germany and the Vatican. His compositional style united French, German and Italian elements and far beyond his death especially the so called chamber duets were praised among his creations, besides his operas. These charming compositions for soprano, alto and basso continuo were originally presented in aristocratic circles of connoisseurs, "Crudo Amor" was dedicated to Sophia Charlotte, later Queen of Prussia. Invitations from many influential European courts provided exactly the advantageous environment for Steffani, a scintillating figure between secret political missions and the concert hall.
Forma Antiqva under the musical direction of Aarón Zapico perform this emotional and technical virtuoso music with the soprano Eugenia Boix and the alto Carlos Mena. The young Spanish belong to the most eminent ensembles of the international Baroque scene and tell and interpret Agostino Steffani’s "Dangerous Liaisons" in the passionate territory of Baroque emotions.
Stefan Winter
Notas al libreto
LOS ROSTROS DEL AMOR
Agostino Steffani (1654–1728), más conocido como Gregorio Piva en el mundo de la escena lírica, se ocultó bajo muchas máscaras. Personaje barroco donde los haya, en él convivieron el cantante –probablemente un castrato, con una hermosa voz de tiple que el Conde Tattenbach había descubierto en San Marcos de Venecia–, compositor, obispo, vicario apostólico, confidente… incluso el diplomático que llevó a cabo delicadas funciones de mediación en varias cortes alemanas hasta dejar casi por completo en la sombra su carrera musical. En la sombra, o no tanto. La música de Steffani fue muy admirada, hasta el punto de que un joven Haendel poseía una copia manuscrita de sus duetti da camera, a los que imita en sus propios dúos, escritos entre 1708 y 1712. Muy en su estilo, elegante y diplomático, Steffani reconoció el enorme talento de aquel joven Haendel al que consideró con razón su sucesor operístico.
Los elegantes duetti da camera de Steffani, escritos a la manera de los de Giovanni Clari (1720) como cantatas a dos voces con continuo, son un hito en el desarrollo de la música vocal profana entre Carissimi y Haendel. Abarcan la mayor parte de su carrera como compositor, y son un desarrollo de la cantata solística italiana del momento, enriqueciéndola con juegos de contrapunto vocal, a la manera de los dos violines solistas en la sonata a trío. Se caracterizan por sus melodías flexibles, un contrapunto elegante y un equilibrio formal perfecto. Su estilo puede compararse al de Stradella, Corelli, Alessandro Scarlatti ó el joven Haendel. La mayor parte de estos duetti fueron compuestos antes de 1702, fecha en la que Steffani comenzó a revisarlos tras haber fallado en una de sus misiones diplomáticas, aunque dos de ellos son posteriores a este momento. La labor de revisión se prolongó hasta 1710. Amorosos y bucólicos, como la cantata italiana de cámara de la época, los duetti utilizan varias combinaciones vocales –soprano y contralto, soprano y tenor, soprano y bajo– con continuo, y pueden estructurarse hasta en seis partes, entre solos y duos. Utilizan tanto las formas cerradas de la cantata del XVII –aria da capo y rondó–, como una forma más abierta que se articula en una multiseccionalidad que los aproxima al madrigal renacentista, solución preferida por Steffani en sus versiones revisadas, en las que prescinde de repeticiones en favor de los dúos y explora las posibilidades del contrapunto y los pasajes fugados. Muy admirados, los duetti de Steffani ejercieron una gran influencia: fueron modelos para compositores como Keiser, Schürmann y Telemann, sirvieron de ejercicios vocales para los cantantes más destacados del momento, fueron alabados por Mattheson, el P. Martini, Burney, ó E. T. A. Hoffmann. En Inglaterra fueron reutilizados en el repertorio sacro, reemplazando los textos italianos originales por textos religiosos en inglés. Todo ello no es sino la justa medida de la admiración que la obra del compositor y diplomático despertó en su época, y también en la imaginación exaltada del romántico Hoffmann.
Steffani era un excelente cantante y lingüista, que manejaba con habilidad todos los recursos a su alcance. Está muy presente en su escritura vocal un virtuosismo extraordinario, pero también es capaz de desplegar una enorme sensibilidad hacia el texto y una capacidad especial para expresar las emociones y los sentimientos. Pasiones y afectos en las letras y en los sonidos, en el color de las voces. El lado cruel del amor y la dulzura de unas cadenas gozosamente soportadas y buscadas. Soprano y alto, continuo y voces, amor y desamor.
Dra. María Sanhuesa Fonseca