"Concerto Zapico puede escucharse como una sola pieza en la que, con fluidez y naturalidad desarmantes, van improvisando sobre esquemas armónicos y rítmicos de los siglos XVI a XVIII"
En su segundo disco para el sello Winter & Winter, Forma Antiqva vuelve a sus orígenes, presentándose como el trío que creó el grupo y sigue constituyendo su núcleo básico doce años después, esto es, los hermanos Zapico: Aarón, clave y órgano; Pablo, guitarra y Daniel, tiorba. Su objetivo, un acercamiento a los ritmos de danza del Barroco, un repertorio que permite profundizar en el característico estilo de interpretación del conjunto, que deja siempre un amplio margen a la creatividad y la improvisación. Aunque la música que aquí interpreta Forma Antiqva parte de las obras de compositores como Kapsberger, Murzia, Ortiz, Valente o Pasquini, el resultado final es bien diferente del de cualquier otra interpretación que pueda escucharse de esta música.
Los Zapico hacen suyas las melodías, que modelan rítmica, tímbrica y armónicamente de forma personalísima, aunque siempre desde la perspectiva barroca, esto es, según los parámetros que habría empleado cualquier intérprete de, pongamos por caso, principios del siglo XVIII a la hora de afrontar la Capona de Kapsberger, una Recercada de Diego Ortiz, los diversos fandangos que se incluyen en el CD (dos de ellos atribuidos a Scarlatti y Nebra) o la Giga de Murzia, escrita a partir de Corelli, y esto último nos dice ya mucho acerca de la pertinencia de esta práctica en el movimiento historicista: Santiago de Murzia improvisó sobre obras de Corelli (y sobre otras muchas) y dejó escritas algunas de esas improvisaciones, las que más le gustaron. Por eso, un músico de hoy que quiera hacer justicia a Murzia no tocará su música tal cual aparece en su libro, sino sólo después de haberla pasado por el tamiz de su propia experiencia como artista, de su visión de ese universo, que tiene mucho que ver con las improvisaciones a partir de bassi ostinati, lo que es una forma excelente de unir los principios de la repetición y de la variación.
Concerto Zapico puede en realidad escucharse como una sola pieza de 55 minutos en la que, con fluidez y naturalidad desarmantes, los miembros de Forma Antiqva van improvisando sobre esquemas armónicos y rítmicos de los siglos XVI a XVIII, utilizando para ello las melodías escritas por grandes maestros de la época, que son variadas con una originalidad y un sentido del espectáculo que tiene mucho más que ver con la mezcla de timbres, siempre en permanente transformación, con la riqueza de las texturas cambiantes que de ello se deriva, que con las demostraciones de virtuosismo individuales.
Una nueva demostración del gran estado de salud de los jóvenes grupos españoles dedicados a la música antigua.
Forma Antiqva plays Baroque Dance Music
Winter & Winter diciembre 2010
18 euros OFERTA 15 eurosGastos de envío incluidos para España.
Ver en iTunesVer en Spotify A principios de 1600, La Cecchina, o Francesca Caccini, una mujer de carácter fiero y emprendedor, afronta sus primeras actividades musicales bajo el estandarte familiar de Concerto Caccini, junto con su padre, su madrastra, su hermana y su hermano. Persuadidos por esta sencilla iniciativa musical, los tres hermanos Zapico, Aarón, Pablo y Daniel, crean su particular programa Concerto Zapico con el mutuo empeño de explorar y ampliar sus posibilidades como músicos. El resultado es la mínima expresión de Forma Antiqva, un grupo que desde que lo crearan en 1998 les acompaña en toda su carrera profesional por buena parte del mundo y del que es su base instrumental. Ahora, esa naturaleza que siempre ha caracterizado el continuo de Forma Antiqva es la protagonista.