"... cuando uno de los sellos más prestigiosos del mundo, Winter & Winter, pone sus ojos en unos jóvenes intérpretes españoles y firma con ellos un contrato en exclusiva es porque esos jóvenes intérpretes españoles son muy buenos. Y no hay que darle más vueltas (...) Disco absolutamente recomendable."
Algo tendrá el agua cuando la bendicen. El refrán es perfectamente aplicable en esta ocasión: cuando uno de los sellos más prestigiosos del mundo, Winter & Winter, pone sus ojos en unos jóvenes intérpretes españoles y firma con ellos un contrato en exclusiva es porque esos jóvenes intérpretes españoles son muy buenos. Y no hay que darle más vueltas. Las dos grabaciones realizadas por
Forma Antiqva, el grupo creado por los hermanos asturianos Zapico, para Arsis (especialmente, la última, con cantatas de Domenico Scarlatti, junto a la soprano María Espada) le han servido como trampolín para darse a conocer internacionalmente y para demostrar que en los últimos años algo importante se está cociendo en España en lo que a la música antigua respecta. Nada mejor que un monográfico dedicado a Händel en su año conmemorativo para que los Zapico y compañía den un paso cualitativo que puede ser trascendental en su carrera.
Para esta premier con el sello muniqués, los Zapico (el clavecinista Aarón y los gemelos Pablo y Daniel con la cuerda pulsada) han recurrido a uno de sus habituales colaboradores, el catalán Xavier Sabata, reconocido como uno de los mejores contratenores de la actualidad (ahí está su formidable aportación en el memorable Faramondo händeliano de Diego Fasolis), y a dos instrumentistas a los que les une asimismo una estrecha amistad: Enrike Solinís (un portento con la cuerda pulsada) y el violagambista sevillano Rami Alqhai. El disco lo podemos dividir en dos partes: cinco cantatas para bajo continuo, de las no pocas que Händel compuso en su viaje de juventud a Italia, y varios arreglos, debido a los Zapico, de un concierto para órgano, de una sonata para violín y de una suite para clavicémbalo. De esas cinco cantatas, dos (Ho fuggito, HWV118 y Clori, degli occhi miei, HWV91a) son inéditas, discográficamente hablando. Tampoco las tres restantes cuentan con una amplia representación discográfica, pues, por sorprendente que parezca, la producción vocal camerística de Händel continúa estando marginada.
Esa división de las obras implica, a su vez, otra división: si las cantatas se enmarcan dentro de la más pura ortodoxia interpretativa, los arreglos de las piezas instrumentales entrañan una fuerte dosis de libertad. Durante los tres últimos decenios, el movimiento historicista ha marcado las pautas de cómo debe tocarse la música llamada antigua. En no pocas ocasiones, esas pautas han resultado ser corsés demasiado rígidos. Pero de un tiempo a esta parte, algunos grupos han adoptado determinadas licencias que, a ojos de los puristas, les sitúan al borde de la herejía. El ejemplo más gráfico podría ser L’Arpeggiata. De alguna manera,
Forma Antiqva opta por esa vía, lo que dota a sus interpretaciones de una gran carga de originalidad y, al mismo tiempo, de frescura.
Sabata confirma aquí que se encuentra en un excelente momento. Dicción, intención, pasión, afinación y, por encima de todo, un gusto musical exquisito son sus mejores armas en un repertorio que, aunque no lo parezca, está lleno de dificultades técnicas. El acompañamiento de
Forma Antiqva es el adecuado, perfectamente contenido, como marca el guión.
Es con esas piezas instrumentales cuando los Zapico y compañía dan rienda suelta a su imaginación y nos muestran cuán florida puede ser la música de Händel (escúchese la passacaille de la suite nº7 para clave, arreglada aquí para ser tañida por tiorba, archilaúd y guitarra barroca, y se entenderá con claridad a qué me refiero).
Disco absolutamente recomendable.