Críticas
El invierno de «Forma Antiqva» (La Nueva España) mayo 2013"Dinámicas absorbentes, silencios expectantes, un fraseo lleno de sorpresas y la búsqueda intencionada de efectos tímbricos que rompió fronteras estéticas y espacio-temporales."
Hablar de «Forma Antiqva» en Oviedo como una de las agrupaciones musicales con mayor proyección internacional y de futuro de nuestra región es «llover sobre mojado». Y no me refiero a la invernal tarde que el martes quiso rubricar las «estaciones» del escenario. A las pruebas me remito: desde que en 1999 Aarón Zapico fundara la agrupación de música barroca con sus...
Nueva vida para 'Las cuatro estaciones' (El Comercio) mayo 2013"El público, que llenaba el Auditorio, aplaudió con entusiasmo y lanzó calurosos 'bravos' a los músicos."
Hace un año, Forma Antiqva, el grupo asturiano de música del renacimiento y barroco que dirige Aaron Zapico, grabó unas sorprendentes 'Cuatro estaciones' de Vivaldi. Con una concepción extremada en tiempos, en timbres y un ideario dramático y teatral de enorme espontaneidad, el disco se convirtió en una versión de referencia.
Anoche se pudieron admirar en Oviedo esos subjetivos cambios en los acentos y los tiempos -especialmente el largo...
El cambio climático de Forma Antiqva (Pablo, la música en Siana) mayo 2013"El público no daba crédido a este ciclón musical"
La música siempre me depara placeres únicos, irrepetibles en directo aunque las grabaciones tiendan a capturar lo perecedero. En mi vida guardo momentos imborrables que tiendo a compartir con mis seres queridos, siendo un San Fermín de 2011 en Granada uno de ellos. Allí disfruté de un concierto increíble que titulé "Vivaldi redescubierto" con unos paisanos míos que sabía estaban haciendo historia y felizmente era testigo de ella, dudando en titularlo como "Estaciones asturianas".
La música...
Aarón Zapico revoluciona «Las cuatro estaciones» (La Nueva España) abril 2013"La visión de Zapico es deslumbrante"
El maestro Aarón Zapico no dejó ni un compás sin revisar en su versión de «Las cuatro estaciones» de Vivaldi que ayer ofreció al frente de su grupo «Forma Antiqva» en el Auditorio de Oviedo. El público aplaudió a rabiar, así que tuvieron que bisar en dos ocasiones, rematando de nuevo con el largo del invierno vivaldiano.
La visión de Zapico es deslumbrante y más con el violinista Aitor Hevia, que no dejó pasar ni un rubato, legato o staccato posibles amén de mil adornos. El bajo poderoso contrastó...
Martes 30 abril 2013
Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo
Venta de entradas
Más información
PROGRAMA:
Concerto Polonoise TWV 43:G7 - Georg Philipp Telemann (1681 - 1767)
Adagio
Allegro
Largo
Allegro
Symphonia RV 111a - Antonio Vivaldi (1678 - 1741)
Allegro
Andante
Presto
Concerto Polonoise TWV 43:B3 - Georg Philipp Telemann
Polonoise
Allegro
Largo
Allegro
Le Quattro Stagioni
Concerti Figurati ossia Le Quattro Stagioni
Antonio Vivaldi (1678 - 1741)
La Primavera
Allegro
Largo e Pianissimo
Allegro
L`Estate
Allegro mà non molto
Adagio
Presto
L’Autunno
Allegro
Adagio
Molto Allegro
L’Inverno
Allegro non Molto
Largo
Allegro
FORMA ANTIQVA
Aitor Hevia, violín solista
Aarón Zapico, clave y dirección
CRÍTICA: El invierno de «Forma Antiqva»
Iván Román. La Nueva España. 3 de mayo de 2013.
Hablar de «Forma Antiqva» en Oviedo como una de las agrupaciones musicales con mayor proyección internacional y de futuro de nuestra región es «llover sobre mojado». Y no me refiero a la invernal tarde que el martes quiso rubricar las «estaciones» del escenario. A las pruebas me remito: desde que en 1999 Aarón Zapico fundara la agrupación de música barroca con sus hermanos Pablo y Daniel, el joven clavecinista y director parece mantener un idilio de amor con la crítica y el público. La grabación de «Las cuatro estaciones» de A. Vivaldi junto al violinista A. Hevia en 2011 viene a corroborar lo dicho y, aún más, la única receta válida frente a una crisis es pensar en futuro sin olvidar el presente, o lo que en otros ámbitos ha venido a llamarse I+D+i (Investigación, desarrollo e innovación).
En poco más de una hora, sin descanso, Aarón Zapico desgranó el resultado de una meticulosa investigación musicológica sobre las partituras de Telemann y Vivaldi, innovando en la estética y dando a conocer una vez más el desarrollo profesional de los músicos de nuestra región. Los «Concerto Polonoise» TWV 43:G7 y «Concerto Polonoise» TWV 43:B3 de G. P. Telemann, que enmarcaron la «Symphoni» RV 111a de A. Vivaldi en el primer bloque, fueron el pretexto idóneo para un sutil despliegue del concepto barroco de «contraste». Zapico resolvió enfatizar los pasajes rápidos rubricando el lirismo de los lentos e incidiendo en la percepción grandilocuente del lenguaje musical francés de la época, que Telemann fusiona con el alemán.
Cuando en un concierto aparecen programadas «Las cuatro estaciones» de A. Vivaldi, el peligro de los «top ventas» hace surgir la duda, cuando menos, en el archivo sonoro de nuestra memoria. Algo parecido debió surcar la imaginación de algún miembro del público que abandonó la sala antes de comenzar el segundo bloque. Un error. La memoria traiciona y como diría Goya «el sueño de la razón produce monstruos». El derroche de madurez interpretativa que «Forma Antiqva», junto al violinista A. Hevia, desplegó en los conciertos de Vivaldi quedará grabado como referencia en la memoria del público. Dinámicas absorbentes, silencios expectantes, un fraseo lleno de sorpresas y la búsqueda intencionada de efectos tímbricos que rompió fronteras estéticas y espacio-temporales. ¿Hubiéramos asistido a tal despliegue de virtuosismo y ensoñación de la naturaleza sin la experimentación tímbrica de compositores como O. Messiaen y su estudio sobre el canto de los pájaros? El «Largo» del «Invierno», repetido como propina, inusualmente ágil, aún resonaba, a la salida del concierto, en el reflejo de la lluvia.